sábado, 27 de julio de 2013

Martín Emilio 'Cochise' Rodríguez

Un día martes 14 de abril de 1942 nació en el sector de Guayabal, Barrio Cristo Rey de Medellín, Martín ‘Cochise’ Rodríguez. Muy pronto, a escasos once días de su nacimiento quedó en la orfandad: murió su padre, de nombre Victoriano, quien residía en la capital antioqueña desde 1941. Fue entonces cuando doña Gertrudis Gutiérrez, conoció la dura realidad de la viudez. Sobre sus hombros recayó la responsabilidad de levantar y proyectar con éxito una familia numerosa. Don Victoriano, podría decirse, no conoció a Martín Emilio, pero su nombre sirvió de preludio a la serie de triunfos nacionales e internacionales, cosechados por su hijo años más tarde.

De todas las competencia sale por lo regular una figura sobresaliente, así no se lleve el codiciado galardón. Y en el VI Clásico El Colombiano surgió con gran propiedad Martín ‘Cochise’ Rodríguez, quien el proporcionó emoción a la primera jornada y en la segunda luchó como los buenos ases del pedal.

‘Aquí lo vemos, agotando los últimos metros para llegar a la meta final de la extraordinaria jornada...’ Con esta leyenda, que era un pie de foto, se otorgó partida del nacimiento para el deporte del ciclismo a Martín Rodríguez, en las páginas deportivas del ya citado periódico paisa, el domingo 30 de abril de 1961. Ese mismo día, Colombia -en fútbol- aseguró el 50% de su pasaje para el Mundial de Arica (Chile) en 1962, al derrotar en Bogotá al Perú por un gol contra cero, anotación de Eusebio Escobar. Una fecha doblemente histórica en dos disciplinas, las más populares en nuestro medio.

Pretender manifestar quién fue ‘Cochise’, en pocos párrafos, a partir de aquel entonces, es tarea bien difícil. Podríamos ensayar manifestando que su portentoso pedaleo, tanto en la ruta como en la pista lo llevó, además de diversos lugares de Colombia por: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela, Canadá, Estados Unidos, Jamaica, México, Panamá, Puerto Rico, Alemania, Bélgica, España, Francia, Inglaterra, Suiza y Japón. Mal contados -y faltando ‘datos de otros municipios’- 22 países.

Y en cuanto a kilometraje cubierto, contabilizando las pruebas más importantes como aficionado y profesional (no se tienen en cuenta pruebas regionales de menor trascendencia), un total, plenamente verificado, de 69.485 kilómetros.

Contra lo que podría pensarse, ‘Cochise’ triunfó primero en México que en Colombia. Luego de un honroso 6º. puesto en la Vuelta a Colombia de 1961, donde se tituló Campeón Novato, a finales de esa misma temporada fue convocado por el técnico francés José Beyaert para integrar, al lado de Rubén Darío Gómez, Antonio Ambrosio y Alfonso Galvis, la cuarteta criolla a la VIII Vuelta de la Juventud azteca, hacía el mes de octubre. El primer gran campanazo lo proporcionó ‘Cochise’ al ganar la etapa inaugural, México-Toluca y liderar la carrera durante las dos primeras jornadas. Al final ocupó el puesto 17º. a 20m-16s del campeón uruguayo Juan Timón.

La misma prueba mexicana permitió a ‘Cochise’ enseñar sus condiciones de rutero años más tarde. Dos veces sub-campeón, hablan bien claro de su rendimiento. En 1964 el título escapó a sus manos por sólo 11 segundos, frente al indio Porfirio Remigio, quien cuatro años antes, en 1960, ganó frente a Rubén Darío Gómez por 1m y 37s. El segundo sub-campeonato de Martín Rodríguez fue en reñido duelo con su paisano Alvaro Pachón Morales, en noviembre de 1967.

Pero si la ruta azteca negó, por cuestiones de suerte, lo que bien merecido tenía ‘Cochise’, la pista del velódromo Agustín Melgar, en la propia Ciudad de México, le otorgó uno de sus mejores triunfos mundiales. Allí pudo establecer el 7 de octubre de 1970, la nueva marca mundial de la Hora para aficionados. Al cubrir un total de 47,566,24 kilómetros en 60 minutos, ‘Cochise’ coronó un anhelo de mucho tiempo atrás. Su marca fue superior a la fijada -como profesional- por el francés Jacques Anquetil, maestro de la competitividad frente al reloj y quien en su momento en la hora fijó una distancia de 47,493 kilómetros.

A propósito, esta modalidad del ciclismo tiene más de 110 años de vigencia. El 11 de mayo de 1893, el francés Henri Desgranes marcó, en los 60 minutos, un kilometraje de 35,325-.

Si bien las carreteras de nuestro país, así como las de México, Brasil, Venezuela, Chile, Puerto Rico, Panamá, Canadá, Uruguay, etc., sirvieron de escenario para las gestas ruteras de ‘Cochise’ Rodríguez, la pista, especialmente en la modalidad de 4.000 metros persecución individual, proporcionó al crédito colombiano los mejores títulos. Campeón Nacional, Bolivariano, Centroamericano, Americano, Panamericano y Mundial. Media docena de eventos, todos coronados con el máximo galardón. Auténtica hazaña que muy pocos están en disponibilidad de emular, sea en el momento actual o en el futuro.

Al lograr el título mundial de los 4.000 metros persecución en Varese, Italia, con registro de 4m-53s-98m frente a Joseph Fuchs, ‘Cochise’ no era ningún aparecido en esta exigente modalidad de la pista. Contaba con el antecedente de ser semi-finalista en San Sebastián -España- con el mejor tiempo en el óvalo de Anoeta, hombre de cuartos de final en Frankfurt -Alemania- en 1966, igual ubicación en Montevideo -Uruguay- en 1968 y también cuartos de final en Leicester -Inglaterra- en 1970. Una hoja de vida para Campeón.

Pero retornemos a la carretera. Aureolado por sus éxitos de 1961 en México, ‘Cochise’ Rodríguez llegó con una gran imagen a la Vuelta a Colombia del 62. Esa carrera, otra vez la lucha con el cronómetro, la perdió el crédito paisa por mínimos 8 segundos frente al aguerrido boyacense Roberto ‘Pajarito’ Buitrago, quien venía buscándola desde 1957.

Entre 1963 y 1967 la hegemonía de Martín Rodríguez fue absoluta. Cuatro títulos y un sub-título (1m y 49s de diferencia frente al vencedor del 65, el ‘Ñato’ Javier Suárez) son hechos contundentes. Finalmente, en 1969, el último sub-título de la Vuelta, a espaldas del cundinamarqués Pablo Hernández, sirven de argumento sólido para catalogarlo como el mejor exponente del ciclismo nacional, no solamente en la brillante década del 60, sino de todos los tiempos.

Para los Juegos Olímpicos de 1972, en territorio alemán, Munich más exactamente, el deporte de Colombia tenía asegurada la primera medalla de oro olímpica en esta dura disciplina. Los ‘oportunos’ mensajes internacionales, acusatorios de profesionalismo, por parte del dirigente barranquillero Edgar A. Senior Pennha, echaron por tierra esa posibilidad. El máximo organismo internacional, regentado en ese tiempo -1972- por el norteamericano Avery Brundage (murió el 8 de mayo de 1975 a la edad de 88 años), declaró oficialmente, como pedalista profesional, a ‘Cochise’ el día 30 de mayo de 1972.

Esa inapelable e injusta sentencia cambió el curso deportivo de Martín Rodríguez. Viajó a Europa, cosa que debió haber hecho mucho tiempo atrás, y lo cierto del caso es que también triunfó, no obstante restarle ya pocos años de plena actividad. Tenía 31 años, un tanto ‘añejo’ para la lides ciclísticas del viejo mundo.

Entre el 17 de enero de 1973 y el 26 de noviembre de 1975, cuando regresó desde Génova a bordo del buque ‘Rossini’, permaneció Martín Rodríguez en Italia, teniendo como divisa la del equipo Bianchi, al lado del gran campeón mundial, el italiano Felice Gimondi, con quien hizo pareja para ganar, entre otros, el gran Trofeo Baracchi y el Gran Premio Citta Di Verona. A nivel individual fue el primer colombiano en ganar una etapa en el famoso Giro de Italia y poco después imponerse en la XXV edición del Clásico de Camoire, así como en la Vuelta de la Región de Marches. Participó, igualmente, en el famoso Tour de Francia.

A nivel de Vuelta a Colombia, tiene vigente la marca de mayor número de victorias parciales de etapa, un total de 39, ocho de ellas contra el cronómetro, superando por una sola al pentacampeón Ramón Hoyos Vallejo. Esa serie de éxito la inició ‘Cochise’ el 29 de mayo de 1961 con la etapa Armenia-Tuluá y la terminó el 23 de abril de 1980, con la jornada entre Buga y Pereira. El Clásico RCN, el cual ganó por única vez en 1963, lo tiene como el mejor exponente en cuanto a triunfos parciales de etapa. Durante su intervenciones en todas las pruebas de la cadena radial, triunfó en 12 etapas, cuatro contra el cronómetro, registro aún vigente.

Los méritos acumulados por Martín ‘Cochise’ Rodríguez le merecieron, en su momento, ser catalogado como Deportista del Año en cuatro ocasiones, caso único en nuestro medio. El denominado ‘Jet Antioqueño’ obtuvo el premio en 1967, 1968, 1970 -compartido con la nadadora Olga Lucía de Angulo- y en 1971. Pero su mejor presea es la admiración y gratitud de todo el pueblo de Colombia.

Del antioqueño Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez Gutiérrez podría decirse que nació, en los albores de la década de 1960, para el ciclismo de gran fondo en carretera y para las pruebas de velocidad, particularmente en la modalidad de 4.000 metros persecución individual. En esta última disciplina llegó para llenar el vacío dejado por dos grandes precursores de la modalidad de los cuatro kilómetros en nuestro medio: Honorio Rúa e Isaacs Sarmiento, quienes más o menos un lustro antes habían comenzado a enseñar en el Velódromo 1º. de Mayo de Bogotá, las bondades y emociones de esta competencia.

Martín 'Cochise' Rodríguez.Desde 1962, en los IX Juegos Centroamericanos y del Caribe con sede en Kingston (Jamaica) ‘Cochise’ Rodríguez evidenció condiciones muy especiales. En aquella ocasión, en la final de los 4.000 metros, logró el título de campeón con registro de 5’-16”-05, frente al consagrado velocista azteca Mauricio Matta. Esa fue su plataforma de lanzamiento, hasta llegar a campeón mundial de la especialidad nueve años más tarde, luego de pasearse triunfalmente por toda América.

Pero la verdadera potencialidad de ‘Cochise’ para esta prueba frente al cronómetro, comenzó a manifestarse hacia el mes de mayo de 1965, cuando ya era doble campeón de la Vuelta a Colombia, 1963 y 1964. En el velódromo de Medellín (este escenario deportivo aún se identificaba como Atanasio Girardot) fijó para la distancia en referencia un tiempo de 5’-00”-0l, cifra que obligó al periódico El Colombiano a titular: ‘Una fábula para los 4.000 metros ayer’, en crónica que refrendó con su firma el prestigioso cronista deportivo ‘Luisego’.

Como presagio de futuras glorias, el estreno de ‘Cochise’ Rodríguez en un Campeonato Mundial de Ciclismo Aficionado no pudo ser más auspicioso. En septiembre de 1965 asistió al torneo con sede en San Sebastián, España y en la prueba de cuartos de final superó al gran favorito, el inglés Hugh Porter, con tiempo de 4’-56”-20, a la larga el mejor guarismo de todo el evento mundial. Fue tan apabullante la demostración de poderío del colombiano, que el británico declaró al final del duelo:


Debo ser la persona de peor suerte en el mundo. Uno se mata en el sillón de la ronda clasificatoria con la esperanza de tener suerte en el sorteo para los cuartos de final y le toca a uno competir con un individuo que parece volar (‘Cochise’) y registra el tiempo más rápido de todos.

Al final el título fue para Tiemen Groen de Holanda, quien así ratificó el galardón alcanzado un año antes en París. Para lograrlo detuvo los cronómetros en 4’-57”-09, tiempo inferior al de ‘Cochise’, que se conservó para la historia del velódromo de Anoeta, un escenario con capacidad para 7.000 aficionados.

Ese certamen de San Sebastián dejó un balance muy positivo. A partir de esa instancia el nombre de Martín ‘Cochise’ Rodríguez entró a hacer parte de la cúpula mundial de ciclismo en pista, hasta su consagración definitiva seis años más adelante, 1971, en Varese.

A esta ciudad del norte de Italia, ubicada 80 kilómetros al norte de Milán, casi en la frontera con Suiza y con una población de cerca de 400.000 habitantes, llegó la delegación de Colombia el día 20 de agosto. Los deportistas elegidos para las competencias de pista y ruta por la Federación Colombiana de Ciclismo fueron: Martín ‘Cochise’ Rodríguez, Luis H. Díaz, Jorge ‘Batman’ Hernández, José Ramón Garcés, Alvaro Pachón Morales, Miguel Samacá Hernández, Rafael Antonio Niño y Jaime Galeano Rúa. Como técnicos se desplazaron el italiano Claudio Costa en pista y el colombiano Hernán Herrón Arenas en ruta.

Desde el primer momento la figura de ‘Cochise’ despertó especial entusiasmo, habida cuenta de su bien ganado prestigio en las diversas competencias de los 4.000 metros en las que había participado antes. Y sobraban razones para ello pues desde sus comienzos ciclísticos hasta agosto de 1971, el pistero colombiano acumulaba los títulos de: doble Campeón Centroamericano y del Caribe de la especialidad, triple Campeón Americano de la misma modalidad, Campeón Bolivariano y dos veces consecutivas Campeón Panamericano (Juegos de Winnipeg y Cali). Además de lo anterior, medallista de plata en la III Semana Preolímpica celebrada en Ciudad de México en octubre de 1967, cuando perdió en reñido final con el italiano Cipriano Chemello. Como rúbrica a su excepcional hoja de vida deportiva, 10 meses antes, nuevo poseedor de la Marca Mundial de la Hora en Ciudad de México.

Para la cita cumbre de Varese, la responsabilidad de llevar la representación de Colombia en los 4.000 metros persecución individual recayó de nuevo en ‘Cochise’ Rodríguez y Luis H. Díaz, apodado ‘La Bala Colombiana’. De ambos velocistas, cada uno por su lado, se esperó lo mejor.

Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez. Campeón mundial de 4.000 metros persecuciónDesde el comienzo ‘Cochise’ hizo evidente su anhelo de triunfo. En las pruebas clasificatorias efectuadas el miércoles 25, ocupó la primera posición al registrar un tiempo de 4’-53”-78, corriendo frente al polaco Milan Pirzla a un promedio de 49,012 kilómetros la hora. En virtud de tal desempeño, la serie de cuartos de final la disputó contra el octavo mejor tiempo de la serie preliminar, es decir frente el soviético Viktor Bikov. Allí el antioqueño puso de manifiesto una vez más su gran momento deportivo y con guarismo de 4’54”-45, el mejor, superó con amplitud a su rival y se ubicó a las puertas de la fase semifinal.

Por su parte Luis H. Díaz, no obstante su calificado registro de 5’-02”-62 frente al polaco Mieczyslaw Nowicki, no pudo clasificar entre los ocho mejores tiempos. Su estreno mundial en esta clase de competiciones se catalogó como bueno.

Pero el éxito de ‘Cochise’ mitigó todos los demás contrastes. Su triunfo sobre el soviético Bikov motivó en el ciclista colombiano una enorme emoción, la cual llegó hasta incontenibles sollozos, compartidos con su técnico Claudio Costa, un reconocido estratega italiano de 50 años, quien orientó y alentó al crédito colombiano cuando la obtención del registro universal de la hora.

La fase semifinal de los 4.000 metros se cumplió luego de varios aplazamientos por razones de mal tiempo reinante. ‘Cochise’ Rodríguez aventajó al polaco Jerzy Glowacki, mientras el suizo Josef Fuchs hizo lo propio con el italiano Giacomo Bazzan.

En esta crucial fase clasificatoria ‘Cochise’ tuvo un enfrentamiento holgado, mientras Fuchs, que buscaba retener para su país el título logrado por Xavier Kurman un año antes en Leicester (Inglaterra) ausente en esta ocasión por fractura de una clavícula, solamente pudo superar a su antagonista por escasas 10 centésimas.

La gran final puso sobre la pista de cemento de 444,5 metros a los dos mejores exponentes de la modalidad persecutora mundial del momento: ‘Cochise’ Rodríguez y Josef Fuchs. Desde el pistoletazo inicial el colombiano impuso un ritmo fantástico y después de tres vueltas ya tenía una ventaja de 3”-71 centésimas sobre el suizo. A mitad de competencia ese margen se amplió a más de cuatro segundos.

Los tiempos parciales del campeón colombiano y mundial para alcanzar el máximo galardón en Varese fueron los siguientes:

la. Vuelta ------------- 3l”- 03
2a. Vuelta ------------ l’- 04”-00
3a. Vuelta ------------ l’- 34”-85
4a. Vuelta ------------ 2’-06”-00
5a. Vuelta ------------ 2’-36”-00
6a. Vuelta ------------ 3’-12”-41
7a. Vuelta ------------ 3’-49”-62
8a. Vuelta ------------ 4’-21”-42
9a. Vuelta ------------ 4’-53”-98

Ese tiempo de 4’-53”-98 le permitió establecer un promedio de 48,972 kilómetros por hora. El triunfo del crédito antioqueño tuvo un doble valor, pues se constituyó en el primer galardón mundial para un velocista del continente americano. Anteriormente la máxima aproximación a un título universal de 4.000 metros había sido en 1947, cuando en París (II Campeonato Mundial) el uruguayo Atilio Francois fue medalla de plata al escoltar al italiano Benfenatti, quien con registro de 5’-20”-02 hizo suya, en aquel entonces, la presea de oro.

‘Cochise’, quien en alguna ocasión manifestó con gran fervor patriótico que “sólo estaré contento cuando le entregue a mi país un título o una marca mundial,” pudo hacer realidad aquel deseo exactamente a los 10 meses y 24 días de haberse coronado campeón mundial de la hora. Como quien dice que en un plazo inferior a un año materializó su sueño y por partida doble. Y como si lo anterior fuese poco, entre uno y otro título mundial, se clasificó Campeón Panamericano de los mismos 4.000 metros persecución en el velódromo Alcides Nieto Patiño de Cali, en pleno desarrollo de los VI Juegos Panamericanos.
 

bogotano.El triunfo mundial de ‘Cochise’ se vivió en Colombia hacia las cuatro de la tarde del día 27 de agosto de 1971, de ello hace pues 35 años. En la carrera séptima de Bogotá, una de las vías tradicionalmente más concurridas de la capital, la gente se reunió frente a los televisores de los diversos almacenes de electrodomésticos, para seguir muy de cerca la transmisión. La radio y la televisión cubrieron todos los pormenores de la competencia desde tempranas horas. Al conocerse el triunfo de ‘Cochise’, el entusiasmo colectivo fue inmenso. Como es habitual en estos casos, la reacción natural del pueblo colombiano fue izar la bandera nacional y lanzar papel picado desde los edificios más altos en señal de total gozo, manifestación que se realizó no sólo en Bogotá sino en todo el país y se prolongó hasta bien entrada la noche.

Como apunte meramente anecdótico, vale la pena recordar que los prestigiosos locutores deportivos Julio Arrastía Bricca y Alberto Piedrahíta Pacheco, tuvieron a su cargo la transmisión por televisión en el momento cumbre de la prueba. Pese a verse en todo momento en la pantalla chica una ligera ventaja de ‘Cochise’ Rodríguez sobre Fuchs, Arrastía hacía alusión, con lógico desencanto, al triunfo parcial del suizo, hasta que Piedrahíta Pacheco con su inconfundible acento le dijo al aire: "Me parece Julio que Martín va ganando..."

Concluida la competencia y mientras ‘Cochise’ Rodríguez recibía la camiseta distintiva de Campeón del Mundo, así como la medalla de oro de manos del presidente de la Unión Ciclística Internacional, Adriano Rondoni, el técnico Oscar Platner, orientador del suizo Fuchs, manifestaba a la prensa:


Para mi ‘Cochise’ merecía el título del mundo. De mi parte en esta ocasión todos los errores han sido corregidos y ahora por lo tanto el triunfo de ‘Cochise’ es más que merecido. Como campeón del mundo debe prepararse ahora para defender su título en los Juegos Olímpicos de Alemania.

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